CAP XVII
Después del exitoso periplo del teniente Oxiuro por las costas falconianas, con la presentación de su obra de teatro, su nuevo empate y el respeto que había logrado entre su nuevo grupo de amigos, todo parecía marchar viento en popa. La adaptación que había logrado el extraterrestre de origen comptoniano a nuestro estilo de vida terrícola era impresionante, no solo estaba fascinado con las costumbres banales de los humanos, también se sentía el ser más afortunado del universo al tener a su lado de pareja a la bella y minimalista Vanessa Chourio, su compañera de teatro y novia formal desde hace tres días, que habían regresado de la playa luego de exisitosisísimas presentaciones en vivo.
Es sábado y ya son las once de la mañana, en la portentosa nave espacial La Zamura 1 todo es normal, como cada sábado hoy toca limpieza profunda y ya el comandante Helminto y el teniente Oxiuro se distribuyeron tareas. A Oxiuro le corresponde barrer y el comandante Helminto pasará coleto, justo cuando este último está exprimiendo el trapo con el que echará el Mistolín suena el teléfono protoplasmático fotosintético de la nave.
OXIURO: “Es para mí… Yo atiendo… Permiso comandante… No se preocupe, yo contesto… Aló… Aló… Si, dígame”
VANESSA: “Wini, wini, wini…”
OXIURO: “Ahhh… Jejejejeje… Hooolaaa… ¿Cómo estás?”
VANESSA: “Wini, wini, wini…”
OXIURO: “Jajajajajaja… Noooo vale… ¿Por qué?”
VANESSA: “Wini, wini, wini…”
OXIURO: “Ok… Si… ¿Esta misma tarde?... Dale… Si dale… Yo te paso buscando”
VANESSA: “Wini, wini, wini…”
OXIURO: “Ok… Si… Si… Si… Aja… Sí, yo también… Yo también te quiero… Que te quieroooo… Muack… Muack, muack, muack… ¿Cómo que no lo escuchas?.... Muuuuuuuacccckkkkk”
HELMINTO: “Teniente Oxiuro… Disculpe la intromisión y que me meta… ¿Pero qué significa todo esto que acabo de presenciar?
OXIURO: “Nada importante comandante… Simple ritual humano de relaciones públicas… Estoy desarrollando una importante misión que me debe llevar a dar el golpe maestro en muy poco tiempo”
HELMINTO: “Uhhhmmmm… Ok teniente… No se preocupe… No piense que estamos desconfiando de usted… Es solo que deseaba recordarle una vez más que el futuro general de toda nuestra especie está en sus manos… Sólo eso… Más nada”
OXIURO: “No se preocupe mi comandante… Eso lo tengo bien claro… Ahora con su permiso… Debo asearme para salir… La responsabilidad y el trabajo me esperan”
Después de bañarse, perfumarse y ponerse una de sus mejores pintas, el teniente Oxiuro emergía de la súper avanzada nave espacial La Zamura 1 con rumbo desconocido. Lo que no captó el teniente es que unos segundos más tarde, ahí mismo, cerquita de él, le venía siguiendo su propio jefe, nos referimos al comandante Helminto.
HELMINTO: “Bitácora del comandante… En estos momentos he salido de la Zamura 1… Me dispongo a seguir al teniente Oxiuro para serle útil en caso de ser necesario y además así llevar un registro grabado y pormenorizado de todos los pasos de esta delicada misión… En estos momentos el teniente llega a un conjunto residencial de altos edificios aún no expropiados ni invadidos… Aborda un dispositivo de transporte vertical al que llaman ascensor… Se ha detenido frente a la puerta de un apartamento… Tocó el timbre… Salió una muchacha de aspecto leptosomática… Cabello negro… Ojos grandes y expresivos… Se tomaron de la mano… Caminan juntos por las calles de la ciudad si soltar sus manos… Aún les estoy siguiendo y han llegado a un sitio de reunión terrícola al que llaman zoológico… Este es particular se llama Chorros de Milla… Están paseando por entre las distintas jaulas contentivas de animales silvestres… Le están dando de comer a los osos algo a lo que llaman melcocha… Están ascendiendo por las caminerías a un lugar desconocido… Parece que hemos llegado al final del parque… Veo una cascada… El teniente Oxiuro y su acompañante se han ubicado detrás de esa cascada… Se sentaron en una banquita… Él la ha sentado a ella en sus piernas… Oh no… ¿Qué es esto que veo?... Están uniendo sus bocas desenfrenadamente… Es un ritual que no logro entender… Mejor me retiro a la nave y cuando regrese el teniente deberá explicar que significa todo esto”
VANESSA: “Uhhhmmmm… No me cansaré de decirte cuanto me gustan tus besos Oxiu… No imaginé que los maracuchos besaran así de divino… Lo que más me impacta es como parpadeas sin cerrar los ojos… No sé, es como si tus párpados estuviesen pegados a las pepas de tus ojos… O sea… Es raro pero bien… Me encanta”
OXIURO: “Lo sé… Ese es nuestro sistema de enfriamiento cerebral… Son una especie de branquias falsas que usamos para respirar mientras hacemos la digestión”
VANESSA: “No entendí nada Oxiu… Pero no importa… Lo único que sé es que la estoy pasando demasiado bien contigo”
Justo en ese momento suena el localizador móvil protoplasmático sintético o mejor dicho, el celular del teniente Oxiuro.
Antes de contestar, el teniente Oxiuro fue sorprendido por Vanessa quien le arrebató intempestivamente su teléfono celular.
VANESSA: “¿Quién es esta tal Sémola que te está llamando osito?... ¿Se puede saber?... Dime ya mismo o yo atiendo esta llamada… ¿Qué hace esta bicha llamando al teléfono de mi novio?... ¿Tienes otra?... Dímelo… Dímelo de una vez antes de que piense mal… ¿Quién es Sémola?... ¿Quién es esa Sémola que te está llamando?”
