CAP VIII
Al que no le estaba yendo muy bien que digamos era al pobre Atkinson Pérez, el mejor amigo de Esquilachi sufría más que fanático del Real Madrid mientras Amalgama Portillo, la linda estudiante de Odontología proveniente de Ciudad Ojeda estado Zulia, se dedicaba a curar varias caries en su dentadura.
AMALGAMA: “Mijo quedáte tranquilo… Ve que te puedo producir una parálisis facial si te seguís moviendo tanto… Tomá este peluche de Winnie Pooh y apretálo lo más que puedas que ahí voy”
Pobre Atkinson, de verdad no quisiéramos estar en sus zapatos.
La situación de Esquilachi era totalmente distinta, cómodamente ubicado en su silla odontológica no había sentido el más mínimo dolor, estaba tan entretenido conversando con Camila Pomodorata que los procedimientos dentales aplicados en ese momento habían pasado a un segundo plano.
Esquilachi se sentía confiado, tanto así que sin querer o queriendo, había mentido sobre su situación académica, recordemos que hace unos minutos le dijo a la linda señorita que él supuestamente estudiaba 5to semestre de Ingeniería Mecánica y nosotros sabemos muy bien que eso es falso. El protagonista de esta historia apenas estudiaba 5to año de bachillerato, pero estaba tan ciego de amor que no le quedó otra que mentir para no espantarla.
Reflexiona Esquilachi, recuerda que las mentiras tienen patas cortas y de eso no queda nada bueno. Estamos seguros que el muchacho no nos va a defraudar, podrá ser muy joven, si, pero es inteligente, así que seguramente corregirá su error y le dirá toda la verdad a la linda Camila.
ESQUILACHI: “Al principio la gente me metía miedo con Cálculo 30… Pero en esa materia me fue muy bien… Ahorita que estoy en 5to semestre es donde uno le agarra cariño a la carrera porque empiezas a ver materias como: Mecánica de los materiales II… Termodinámica I… Y Mecánica de los Fluidos I”
Por lo visto nuestro Esquilachi no es tan inteligente como habíamos pensado.
CAMILA: “Guaaauuuuu que nota Esquilachi… A mí siempre me ha llamado la atención esa carrera… No para estudiarla por supuesto… Pero si admiro mucho a quienes la estudian… Me parece que deben ser personas muy inteligentes y dedicadas”
ESQUILACHI: “Eso mismo dice mi mamá”
Una voz muy en el fondo le decía a Esquilachi que la estaba embarrando, que parara ya con esa sarta de mentiras, pero como hacerlo, si la que tenía en frente era posiblemente la mujer de su vida.
Pasaron los minutos y llegó el final de aquella tarde, terminaba la jornada odontológica por el día de hoy, parados en la puerta de la Facultad conversan Camila y su amiga Amalgama con Esquilachi y Atkinson.
CAMILA: “Bueno muchachos… Ya terminamos por hoy… Ambos se portaron muy bien… Nos vemos la próxima semana… Recuerden hacer buches de bicarbonato con limón”
ATIKINSON: “Perro chama… Menos mal que es la próxima semana… Yo sufrí más que el personaje de Jesús en La Pasión de Cristo… Que dolor tan horrible… Ya se lo que sintió Jairo Duarte el día que se le partió la muela por estar masticando huesos de pollo”
CAMILA: “Ay no seas tan exagerado Atkinson… Es un dolorcito que aguanta cualquiera… Fíjate por ejemplo Esquilachi… No se quejó para nada… Tienes que demostrar por qué son estudiantes de Ingeniería Mecánica”
ATKINSON: “¿Ingeniería Mecánica?”
AMALGAMA: “Ve que bueno… Ya que ustedes estudian Ingeniería Mecánica… Escuché que este sábado 29 hay una promoción en “La Rueda de Tomate Bar”… ¿Será que nos pueden conseguir dos entradas para Camila y para mí?”
ATKINSON: “¿Promoción?... ¿Ingeniería Mecánica?”
Esquilachi saltó de inmediato y le tapó la boca a su amigo Atkinson para que no siguiera hablando.
ESQUILACHI: “Ehhh… Jejejeje… Si, claro… No se preocupen por esas entradas que nosotros se las vamos a conseguir”
AMALGAMA: “Que molleja de suerte hemos tenido… Ve que contamos con esas entradas… No nos vayan a quedar mal”
¿Se dan cuenta ustedes como una mentira lleva a otra y así sucesivamente? ¿En que clase de problemón se estaba metiendo nuestro Esquilachi?
Al salir de la Facultad, ya rumbo a sus casas, Atkinson interpeló una vez más a su amigo del alma.
ATKINSON: “Pero bueno el mío… ¿Usted se volvió loco?... Como se le ocurre caerle a mentiras a esas chamas… ¿Y como se supone que vamos a conseguir esas dos entradas?”
ESQUILACHI: “Cuatro… Debemos conseguir cuatro entradas Atkinson… Nosotros vamos también a esa fiesta… Recuerde no comprometerse para este sábado 29 ya que vamos para “La Rueda de Tomate Bar”
Oh no, que clase de locuras está cometiendo Esquilachi, hay que ver que un hombre cuando se trata de faldas puede convertirse en un animal salvaje. A Atkinson no le quedó otra que aceptar la propuesta de su compinche, tenía que apoyarlo, total, era su mejor amigo.
Al llegar a su casa, Esquilachi pasó directamente a la cocina, tenía hambre, en el comedor se encontraban sus padres, Don Aquilino Ramírez y Doña Ernestina de Ramírez.
ESQUILACHI: “Hola papá, hola mamá… Bendición”
DOÑA ERNESTINA: “Dios me lo bendiga y me lo favorezca hijito… Menos mal que llegaste mi amor… Estaba terminando de organizar con tu padre la paradura del niño… Recuerda que este año tú vas a ser de San José… Así que no te vayas a comprometer porque te necesitamos”
ESQUILACHI: “Tranquila mamá… Cuenten conmigo… ¿Cuando va a ser la paradura?”
DOÑA ERNESTINA: “Este sábado hijito… El sábado 29 en la noche”
ESQUILACHI: “Cof… Cof… Cof… Cof…”
Cuando escuchó la fecha y la hora que tenían pautada sus padres para la realización de aquella paradura, al pobre Esquilachi le dio tremendo ataque de tos.
No era para menos, los planes se le empezaban a complicar y de que manera. ¿Qué va hacer ahora?... ¿Pa´ donde irá a coger con esa pata hinchada?... ¿Esto le estará pasando por andar de mentiroso?