LLEVO LA PEGADA

CAP IX


Amanece en la ciudad, es un día más y la rutina comienza a desarrollarse con absoluta normalidad.

En casa de los Ramírez Paredes, hogar de Esquilachi, ya se siente el movimiento propio de cada mañana, Doña Ernestina prepara el suculento desayuno mientras su esposo, Don Aquilino, espera sentado en el comedor leyendo la prensa.

DON AQUILINO: “Cónchale Ernestina, yo si quisiera saber quien es el creativo que se encarga de escribir los titulares de las páginas rojas de este periódico… Mira este por ejemplo: “Le dieron chuleta a Lagañaegato, jefe de la banda Los Toñitos

DOÑA ERNESTINA: “Cálmate mi amor… Deja que los señores periodistas hagan su trabajo… Aquilino mi cielo… Hazme el favor y vas al cuarto de Esquilachi y lo llamas para que baje a desayunar… Se le va hacer tarde para ir a clases hoy

Haciéndole caso a su esposa, Don Aquilino se levantó de la mesa y dirigió sus pasos al cuarto de su único hijo, nos referimos al muchacho de la película, a Esquilachi Ramírez.

Al ingresar a la habitación, Don Aquilino pudo notar que su hijo ya se había levantado, pero no lo veía por ninguna parte, al mirar hacia al baño se percató que la luz estaba encendida, efectivamente ahí estaba Esquilachi, cuando se disponía a tocarle la puerta se detuvo al escuchar algo que le llamó poderosamente la atención.

ESQUILACHI: “Aloooo… Probando… Uno, dos, tres… Si… Sonido… Sonido… Aaaaalooooo… Probando… Si… Si… Si…

Era una voz extraña, parecía ser la de su hijo, ¿Pero por qué estaba hablando así? ¿Qué estaría inventando ahora? Totalmente intrigado por lo que pasaba, Don Aquilino no tocó la puerta, decidió abrirla abruptamente.

AQUILINO: “Esquilachi hijo… ¿Qué te pasa?... ¿Por qué estas hablando así?

ESQUILACHI: “Aaaalooo… Cof, cof, cof… Papá ¿Qué pasa?... ¿Por qué me abre la puerta del baño así?... ¿Usted no sabe tocar?

AQUILINO: “Pues si hijo… Discúlpame… Lo que pasa es que me preocupé… Esquilachi… ¿Esquilachi que tienes en la cara?... ¿Te estás dejando crecer los tres pelos que tienes de bigote?... No hijo… Aféitate eso… Parece que tuvieras mugre sobre los labios

Si, debemos admitirlo, el pobre Esquilachi en su afán de parecer más hombre, intentando verse mayor, estaba practicando una voz más gruesa y quería desesperadamente que le saliera más bigote. Recuerden que había mentido impúdicamente a la bella Camila Pomodorata al decir que supuestamente estudiaba 5to semestre de Ingeniería Mecánica, ahora buscaba parecer un tipo de unos 20 o 21 años.

Hablando de Camila Pomodorata, vamos a ver que está haciendo a esta hora la linda señorita estudiante de Odontología, ya ha llegado a la Facultad y se encuentra conversando animadamente con su mejor amiga Amalgama Portillo.

AMALGAMA: “Que molleja Camila… Yo no se cuando se van a dignar en este cafetín a vender unas ricas mandocas para el desayuno… O unos huevos chimbos… Vamos a ver si mi hacen caso y meten para el almuerzo una iguana en coco con yuca… Camila… Hey Camila… ¿Me estáis prestando atención?

Camila estaba distraída mirando una de las cordales que ayer le había sustraído a su nuevo paciente Esquilachi Ramírez.

CAMILA: “Ah… ¿Qué?... Disculpa Amalgama… Estaba pensando en otra cosa… No se… Es que desde que conocimos a estos muchachos… Los de Ingeniería… No se… Pero por alguna razón sigo pensando en el que me tocó a mí… Esquilachi

AMALGAMA: “Ay santísima Chinita… No permitáis que esta mujer se me vuelva a enamorar… Camila… ¿Vos te estáis escuchando?... Vos tenéis un imán para atraer puro bicho raro… Siempre te levantáis a los más mentirosos… Los buenos para nada… Te volvéis ciega y ahí es donde perdéis… Perdonáme que te lo diga… Pero no se me olvida aún que tu último novio te robó el carro y lo atraparon con 5 mujeres en Chichiriviche

CAMILA: “Tranquila amiga… Se que me adviertes por mi bien… Pero no se… He visto algo bueno en ese muchacho… Además, no creo que sea ningún mentiroso… Ya estudia quinto semestre de Ingeniería y se ve muy centrado… Tengo un buen pálpito con él… Estoy segura que esta vez no me estoy equivocando… Voy a confiar en el destino… Si nos consigue las entradas para la fiesta en “La Rueda de Tomate Bar”, eso quiere decir que no es ningún loquito… Si cumple con su palabra, entonces no es un mentiroso

Y hablando del mentiroso… Perdón… De Esquilachi, vamos a ver que está haciendo en este instante el protagonista de esta historia. Ya sonó el timbre del Colegio san Tiro Fijo, todos los estudiantes ingresan a sus aulas de clases para la primera hora de la mañana. Todos, excepto un par de zagaletones que se han escondido detrás de unos arbustos en la cancha de usos múltiples, si, son ellos, los que ustedes se imaginan, Esquilachi Ramírez y Atkinson Pérez.

ATKINSON: “Cónchale mi pana… Lo que uno hace por los amigos… Si nos descubren fugándonos de clase nos van a expulsar Ramírez… Yo no se… Usted si que se volvió loco

ESQUILACHI: “Cálmate Atkinson… Vamos a salir de una vez antes que nos vean… Recuerda que debemos llegar a la Facultad de Ingeniería para buscar las entradas de la fiesta y luego llevárselas a las muchachas en Odontología… Es fácil… No debe haber ningún problema… Te vas a dar cuenta que en menos de una hora estamos listos y nos regresamos al colegio… Que malo nos podría pasar

Lo que no imaginaban Esquilachi y su amigo Atkinson, era que el destino les tenía preparada tremenda jugarreta, hoy, a esa misma hora, en la Facultad de Ingeniería, era la bienvenida a los estudiantes nuevo ingreso, todo el ritual ya estaba montado y estos inocentes pichones iban rumbo a la más cruel de las trampas.

¿Qué irá a pasar?... Tal vez en la Facultad de Ingeniería los estudiantes más avanzados no le presten atención a un par de chamos con uniforme de bachillerato, hoy precisamente que es la bienvenida a los nuevos… Si Luís.