LLEVO LA PEGADA

CAP XII


Esquilachi no caminaba, Esquilachi flotaba por los aires rumbo a su casa, una sonrisa de oreja a oreja se veía en su rostro y se escuchaban a metros de distancia sus suspiros.

No era para menos, la lindísima Camila Pomodorata ya estaba consiente de su existencia, ya no se sentía tan pelusa de ombligo y en su mejilla derecha cargaba un hormigueo justo donde le había plantado tremendo beso. Esquilachi era el hombre más feliz del mundo, Esquilachi saltaba en una pata, Esquilachi cantaba…

Al llegar a casa la primera en recibirlo fue su santa madre, Doña Ernestina Paredes de Ramírez.

ESQUILACHI: “Mi vida eres tu… Y solamente tu…

DOÑA ERNESTINA: “Esquilachi mi cielo… Pasa por aquí para que te pruebes el disfraz de San José que vas a usar el sábado en la paradura

Tan bien que iba todo y ahora surge esto ¿Por qué Diosito?... ¿Por qué la tienes agarrada con el pobre Esquilachi?... No llevaba ni siquiera una hora, una miserable horita de felicidad y ya debía ver como resolvía lo de la paradura. Recuerden que la fiesta en la discoteca “La Rueda de Tomate Bar” se realizaría el mismo sábado para el que tenían pautada en casa de Esquilachi la paradura del niño.

Ahí vemos a Esquilachi echando número, haciendo cálculos, sacando cuentas mientras su señora madre le termina de tomar las medidas del disfraz, hasta la barba de San José le estaban probando y una inmensa peluca de cabello castaño llevaba puesta. Justo en ese instante suena el teléfono de la casa.

ESQUILACHI: “Aló, si… Buenas tardes

ATKINSON: “Que pasó el mío… ¿Cómo te terminó de ir?... ¿Le entregaste las entradas a la jeva?

ESQUILACHI: “Si Atkinson… Los objetivos fueron alcanzados… Ya Camila y Amalgama tienen sus entradas… Pero ahora ha surgido un pequeño problema… El sábado es la paradura del niño aquí en mi casa… Para complemento yo debo hacer de San José… Están contando conmigo y no puedo decir que no

ATKINSON: “Uuuuufffff… Bueno Esquilachi… Míralo por el lado positivo… Así no te vas a meter en problemas… Dios sabe por qué hace las cosas… A lo mejor esa chama no te convenía y en esos casos es mejor no forzar el destino… Yo se que la vida……..

ESQUILACHI: “Atkinsoooooonnnnn… Yaaaaaaa… No seas tan pesimista… Ya tengo todo solucionado… He diseñado un plan maestro que no me puede fallar

ATKINSON: “Ay no, ay no… Aquí vamos de nuevo… Esquilachi deje así… Deje así ¿Si?... ¿Ya no le ha bastado con todos los problemas que nos hemos metido por usted andar detrás de esa chama?

ESQUILACHI: “Tranquilo Atkinson que este plan es infalible… Préstame atención

En los siguientes minutos Esquilachi describió a su amigo Atkinson con pelos y detalles cuales eran sus intenciones. Como no somos tan chismosos y como tampoco poseemos un oído biónico, no logramos entender claramente cual era el fabuloso plan, lo cierto es que al terminar su exposición, Esquilachi no pudo escuchar más a su amigo, sonaba un golpe al fondo y se cortaba la llamada telefónica.

¿Qué clase de planes tenía Esquilachi en mente que Atkinson se había desmayado?... Ya pronto lo sabremos.

De momento vamos al otro lado de la ciudad, en casa de Camila Pomodorata, la linda señorita que le ha robado el sueño a nuestro Esquilachi, se encuentra reunida con su mejor amiga Amalgama Portillo.

CAMILA: “Si Amalgama… Esquilachi me cumplió… Viste que yo tenía razón… No es ningún bueno para nada… Mis pálpitos no fallaron… No es un mentiroso… Nos trajo las dos entradas para la fiesta en La Rueda de Tomate Bar y como si fuera poco van a ir con nosotras de acompañantes… O sea, yo voy con Esquilachi y tu vas con Atkinson

No muy convencida, Amalgama le respondía a la linda Camila:

AMALGAMA: “Pues si chama… Ve que estoy sorprendida… Jamás me imaginé que el gochito ese fuera a salir con nada bueno… Sigo con mis dudas… Pero si vos decís que tenéis un buen pálpito sobre el asunto, entonces yo te lo respeto… Total, que tiene de malo que salgamos con dos estudiantes de Ingeniería

Amabas amigas empezaban a finiquitar detalles sobre la rumba del sábado, que si los vestidos que iban a usar, que si el carro en el que las buscarían, que si se empataban o no esa primera noche, que si esto, que si aquello. La conversación transcurría con normalidad hasta que sonó repentinamente el timbre en casa de los Pomodorata.

CAMILA: “Ay… Ese debe ser mi vecino Tito… Su familia es extranjera y él no tiene muchos amigos que digamos… Quiere ir con nosotras a la fiesta en La Rueda de Tomate Bar… Lo que pasa es que no quiere llegar solo a la discoteca y como casi no habla nuestro idioma me da cosita con él… Ya vengo voy abrirle

Camila se levantó y fue directo a la puerta principal de la lujosa mansión.

CAMILA: “Tito… Hola ¿Cómo estás mi amor?... Pasa, pasa adelante… Ven para que conozcas a mi mejor amiga

En la sala de la casa se oyen los pasos de Camila y del tal Tito.

CAMILA: “Amalgama… Te presento a mi vecino Tito… De él es quien te estaba hablando para acompañarlo a la fiesta del sábado y de repente enseñarle a bailar tambores

AMALGAMA: "Mucho gusto… Amalgama Portillo para servirte a vos"

WHALID: “Arnab Bait Taj Thamar Jaras Habib Rajul Laban

Esa voz, esa voz, esas palabras… Siiiii… Era él… Whalid Al-Bajadmamad… El temible árabe talibán que odiaba con todas sus fuerzas a Esquilachi y amigo íntimo de Ramón Mamón. Whalid Al-Bajadmamad se hacía llamar Tito para quienes no podían pronunciar bien su nombre, ¿Y ahora?... ¿Qué va a pasar?... ¿Irá a correr miel con sangre en el próximo capítulo?