CAP XXIX
Son las 8 y media de la noche, en el jardín de la familia Pomodorata Tardelli se pueden ver la siluetas de dos personas, son Esquilachi Ramírez y Atkinson Pérez.
Atkinson le hace la pata de gallina a su mejor amigo para ayudarle a ingresar, a través de una ventana, clandestinamente a la casa de Camila, recuerden que Esquilachi no fue invitado a la fiesta de cumpleaños de la linda señorita y es hoy por hoy persona no grata en la vida de esta. Definitivamente ha tenido que sufrir como un mártir el pobre muchacho para recuperar la confianza y el amor de su adorado tormento.
ESQUILACHI: “Listo Atkinson… Ya estoy adentro… ¿Estás seguro que este es el baño del cuarto de huéspedes?”
ATKINSON: “Si mi pana tranquilo… Yo no me pelo… Por algo me dicen Atkinson el GPS”
ESQUILACHI: “Bueno Atkinson… Sigamos con el plan… Yo me voy a quedar aquí escondido hasta que usted me avise por el celular… Cuando me de la señal, yo salgo con las flores y los chocolates para reconquistar a Camila”
Efectivamente el plan parecía infalible, Atkinson quien si fue invitado a la fiesta debería estar pendiente para indicarle a Esquilachi el momento perfecto para que este saliese de sorpresa, con tremendo ramos de rosas, unos chocolates y varias poesías con las que reconquistaría a la bella Camila Pomodorata ¿Qué podría salir mal? Ahí vemos al pobre Esquilachi, escondido en aquel baño, vestido elegantemente y en sus manos los presentes que piensa otorgar a su ex novia.
Sssshhhh… Sssshhhh… Silencio… Silencio… Alguien se acerca ¿Quién podrá ser?
CAMILA: “Aaaayyyy cónchale… Mamáaaaa… Se me quedó el secador en tu cuarto… Por favor súbelo ya que se me hizo tardeeeeee”
Oh no… No… De los 8 cuartos que tiene la inmensa casa de los Pomodorata, Atkinson Pérez, el popular GPS, no pudo escoger otro que el baño del cuarto de Camila para esconder a Esquilachi. Ahí vemos al protagonista de esta historia, sudando como mula y más asustado que dictador a punto de caer. Si Camila lo descubre ahí escondido sus planes se vendrían abajo, sin contar que hasta preso podría ir por invasión a propiedad privada, agavillamiento y brujería. No es para nada fácil la situación de nuestro Esquilachi Ramírez.
Mientras tanto, en la sala de la casa de los Pomodorata la fiesta se desarrolla con absoluta normalidad, Amalgama Portillo, la mejor amiga de Camila y compañera de estudios, conversa con Atkinson Pérez.
AMALGAMA: “Ve que molleja primo… Menos mal que a vos no se te ocurrió traer al Esquilachi ese… Camila no lo quiere ver ni por accidente… Imagináte que ayer prefirió ver la Hojilla a que yo le preguntara algo sobre ese individuo… Lo detesta… No quiere saber nada de él”
ATKINSON: “No chama tranquila… Ese Esquilachi es un desastre… Yo tengo tiempo que no lo veo… Además… Mi padres me prohibieron la junta con él”
Mientras Atkinson negaba a su amigo al mejor estilo de San Pedro, su teléfono celular le sonaba.
ATKINSON: “Aló… ¿Si?... A la orden”
ESQUILACHI: “Atkinson… Atkinson… Estoy en el baño del cuarto de Camila”
ATKINSON: “Pero bueno chamo ¿Usted se volvió loco?... ¿Qué hace ahí?... ¿Se metió a sádico o que?”
ESQUILACHI: “Atkinson… No tengo tiempo para ponerme a explicarle… Por favor… Debes ayudarme a salir de aquí lo más pronto posible… Si me descubren me voy a meter en tremendo problemón”
ATKINSON: “Pero bueno el mío… ¿Usted no y que quería hablar con esa jeva?… ¿Que más quiere?… Aproveche y háblele claro de una vez… Más fácil no se la podía poner mi brother”
Mientras Esquilachi conversaba desesperadamente con su amigo Atkinson, la bella Camila Pomodorata terminaba de arreglarse y se retiraba al primer piso donde se desarrollaba la fiesta, una vez más era tarde para que Esquilachi se reivindicase.
ESQUILACHI: “No Atkinson… No puedo… Ya Camila bajó… Además no podía salir así no más del baño de su cuarto… Pensaría que soy un acosador sexual”
ATKINSON: “Bueno el mío… Ahora va a tener que esperar… Aquí está ya está Camila… Para rematar está con el Whalid Al-Bajadmamad… Y te digo algo… El bicho ese se vino como con 5 tipos uno más feo que el otro… Tienen una pinta de talibanes horribles”
Efectivamente Camila estaba junto al famoso turco, Atkinson no podía darle la señal a su amigo para que bajase ya que sería desmenuzado como un cubito de pollo, que momento más tenso, que nervios, que preocupación. Unos minutos más tarde Atkinson subía a escondidas hasta el baño donde se encontraba Esquilachi.
ATKINSON: “Esquilachi… Esquilachi… El mío... Aquí te traje algo para que pases los nervios”
ESQUILACHI: “Dígame Atkinson… ¿Qué me trajo?”
ATKINSON: “Esto es para que se relaje… Dese unos guarapazos ahí y agarre valor para el momento de la verdad”
ESQUILACHI: “Ahhhh bueno… Gracias Atkinson”
Y así fueron transcurriendo los minutos, poco a poco se transformaron en horas, Esquilachi seguía escondido en el baño y cada cierto periodo de tiempo su amigo Atkinson seguía llegando con más y más bebidas espirituosas, la señal que Esquilachi esperaba para que pudiese bajar no llegaba aún y ya el piso de aquel baño estaba repleto de vasos plásticos vacíos.
ATKINSON: “Ahhhh… Allá está la jeva de mi pana Esquilachi… Por fin el turco ese la soltó… Este es el momento… Voy a llamarlo para que baje”
Atkinson marca el número de su mejor amigo pero este no le contesta.
ATKINSON: “Vamos Esquilachi… Contesta… Contesta… Vas a perder esta oportunidad”
Por fin atienden la llamada.
ATKINSON: “Aló… Alóoooooo… ¿Esquilachi?”
ESQUILACHI: “A a a loooo… Dígame hip”
ATKINSON: “Mi pana… Baja… Baja ya… La jeva está sola”
ESQUILACHI: “Si… Hip… Atkinson… Hip… Voy bajando… Pero antes dígame si usted ha analizado la letra de esa canción que dice: Estamos frente a frente los dos… Y te confieso… Que has hecho con mi vida lo que tu… Has querido… Te di todo lo que pude de mí y aún no me quieres……..”