LLEVO LA PEGADA

CAP XXVIII


Durante esa semana Esquilachi se dedicó en cuerpo y alma a planificar muy bien todo lo referente a la importante fiesta de la que supuestamente él era uno de los invitados. A esta hora nos lo encontramos en la barbería “El Alopésico” del prestigioso barbero Jhon Bayron Rebolledo, peluquero de cabecera de la familia Ramírez Paredes.

JHON BAYRON: “Oiga vea… ¿Y el señorito Esquilachi por qué se está arreglando tanto?... Por lo visto se quiere ver bien para alguna afortunada sardinita ¿No?

ESQUILACHI: “Pues si Jhon Bayron… Se trata de mi novia… Mañana cumple años y le van hacer una fiesta a la que debo ir presentable

JHON BAYRON: “Uyyssshhh juepu… No se diga más… Mire tigre usted lo que necesita es nuestro tratamiento spa, spanto a las mujeres… Ahorita que termine de cortarle el pelo lo voy a pasar a que lo afeiten, luego le vamos hacer masajes lipo hipo tipo zipo linfáticos y al final unas pequeñas dosis de células de ovejo que no caen nada mal y unos toques de botox Masini, no son los italianos originales, pero hasta ahora nadie se nos ha muerto por eso

ESQUILACHI: “Está bien Jhon Bayron… Haga lo que usted considere necesario

Durante toda la tarde de aquel día Esquilachi se estuvo haciendo mantenimiento completo, debía lucir bien, no solo asistía a la importante fiesta de cumpleaños de la que en teoría era su novia, también se estaba jugando la posibilidad de reconquistarla, recuperarla, volver a poner las cosas en su lugar.

Ya en su casa, el protagonista de esta historia se probaba por enésima vez el elegante traje que utilizaría para la fiesta de mañana, se ajustaba la corbata, cepillaba la solapa del saco y veía el imponente brillo de sus zapatos de patente.

DOÑA ERNESTINA: “Hijo… Que elegante… Que bello te ves… Imagino que tanta prestancia tiene que ver con la fiesta de cumpleaños de Camila

ESQUILACHI: “Así es mamá… ¿Cómo me veo?

DOÑA ERNESTINA: “Muy bien mi amor… Te ves espectacular… Me recuerdas a tu padre cuando estaba joven… Tan delgado y presentable… Hijo… Mi cielo… Quiero pedirte que mañana, pase lo que pase en esa fiesta, recuerda que hay personas como tu padre y yo que te adoramos… Nunca te vamos a dejar solo y siempre contarás con nuestro apoyo… Esquilachi… Esquilachi… Hijo… ¿Me estás escuchando?"

No… Esquilachi no escuchaba a su santa madre… Esquilachi miraba a través de la ventana de su cuarto hacia el cielo… Una hermosa estrella fugaz surcaba el espacio y el joven galán aprovechaba de cerrar los ojos para pedir un deseo:

ESQUILACHI: “Hermosa estrella fugaz… Quiero pedirte como deseo que mañana Camila me perdone y pueda volver a ser su novio… Quiero volver a sentir la felicidad que solo Camila me brinda

Al otro lado de la ciudad, en ese mismo instante, Camila Pomodorata se asomaba a la ventana de su cuarto, mira al cielo y ve aquella hermosa estrella fugaz que surcaba el espacio, cierra los ojos y grita a los cuatro vientos:

CAMILA: “Muchachos… Ya miré el cielo y no tiene pinta de llover esta noche… VAMOS PA LA DISCOTECAAAAAAA

Si, efectivamente, celebrando la llegada de su cumpleaños a la media noche, Camila y su grupo de farra de la Facultad aprovechaban de salir a la discoteca de moda, nos referimos a la prestigiosa “Rueda de Tomate Bar”

Y por fin llega el tan esperado viernes, hoy es el cumpleaños de Camila Pomodorata y Esquilachi debe asumir su responsabilidad con la historia, se levantó temprano y salió rumbo a la floristería más cara de la ciudad, mientras camina recibe la llamada telefónica de su mejor amigo, Atkinson Pérez.

ESQUILACHI: “Aló… Buenos días… A la orden

ATKINSON: “Que pasó el mío… ¿Cómo se prepara para esta noche?... Recuerda que hoy es el día más importante de tu vida… No es por ponerle presión brother, pero si usted no logra los objetivos planteados es mejor que se mude ahora mismo a Trípoli, la capital de Libia y se pone una franelita que diga Gadafi apestoso mamarracho asqueroso… ¿Ok?

A pesar de sus nervios, a pesar del inmenso estrés que padecía, Esquilachi trataba de mantener la calma de la mejor manera, cuidaba que cada detalle estuviese bien cubierto y se preparaba para el importante compromiso de esta noche.

Ya son las 8, el joven protagonista de esta historia espera con ansias la llegada de su amigo Atkinson con quien asistirá al guateque, por fin suena el timbre de la casa.

ESQUILACHI: “Yo abrooooo…

ATKINSON: “¿Qué pasó el mío?... Vamos chamo que el taxi está esperando… Muévalo… Muévalo que se hace tarde brother y no quiero que tengamos problemas para entrar

ESQUILACHI: “¿Y por qué vamos a tener problemas?... ¿Atkinson tu tienes ahí mi pase?... por favor dámelo para guardarlo

ATKINSON: “Que pase ni que nada Esquilachi… La gente VIP como tú no necesita esas cosas… Usted tranquilo que el equipo gana… ¿Confía o no confía en mí?

ESQUILACHI: “No es eso Atkinson, es que...

ATKINSON: “¿Confía o no confía en mí?

ESQUILACHI: “Si confío

ATKINSON: “Bueno… No se diga más… Vamonos que pa´ luego es tarde

Y así el par de amigos salían rumbo a la fiesta de cumpleaños de la bella Camila Pomodorata, Esquilachi iba bañado, afeitado, peluqueado y en sus manos llevaba tremendo ramo de rosas rojas y una caja gigante de bombones en forma de corazón, hablando de corazón, Esquilachi sentía los latidos en la garganta, juraría que si tosía en ese momento lo podría escupir.

Por fin llegan al sitio indicado, al bajarse del taxi lo primero que le grita Atkinson a Esquilachi fue:

ATKINSON: “Chamo… No seas tan boleta… Agáchate, agáchate… Mosca y te ven aquí afuera

Haciéndole caso Esquilachi se agachaba casi a nivel del piso.

ESQUILACHI: “¿Pero por qué Atkinson?... ¿Qué pasa?... ¿No y que estábamos invitados?

ATKINSON: “Shhhhhh… Pero bueno chamo… Silencio que ahí viene gente… Yo si estoy invitado… Pero usted tal vez no es tan bienvenido a esta casa chamo… Tranquilo que ya tengo un plan… Mire aquella ventana… Bueno, le voy hacer la pata de gallina y usted se mete por ahí… Ya cuando esté adentro nadie lo va a poder sacar… Recuerde que lo importante es estar adentro… Hágame caso que el plan es infalible

Esquilachi estaba decepcionado, esto no lo había visualizado de esa manera, cuando iba a darse media vuelta para regresarse a su casa vio al sangripesado Whalid Al-Bajadmamad entrando a la fiesta de Camila, sonriendo, saludando y robándose el show de esta noche, la reacción fue inmediata.

ESQUILACHI: “Atkinson… Vamos… Hágame la pata de gallina YA MISMO