
CAP I
“El capítulo de hoy se titula: Tengo más ganas de beber que de vivir”
Es un lunes como cualquier otro, el día ha transcurrido con absoluta normalidad, durante las primeras horas de la mañana la ciudad ha estado tranquila con su movimiento de costumbre, colas por todas partes, clases en colegios y universidades, motines en las cárceles, en fin, es un día más.
Vamos a dejar por un momento el bullicioso tráfico de la ciudad y dirijamos nuestra atención hasta la calle 15, muy cerca de la Plaza de Milla, en las residencias estudiantiles “El Hogar de Pony” se encuentran reunidas en la sala de la vieja casa la protagonista de esta historia Candice Filomena White Ardley, mejor conocida como Candy Candy, junto a su mejor amiga y vecina de pieza Annie y la dueña de la residencia, nos referimos a la Señorita Pony.
Ya es la una de la tarde, después del consabido almuerzo las tres damas se han reunido para no perderse el capítulo final de la telenovela mexicana chimba que pasan a esta hora, se comen las uñas mientras tratan de no perderse el más mínimo detalle de esta dramática historia.
De repente, el silencio del lugar es abruptamente interrumpido por un horrible sonido gutural de desconocida procedencia.
CANDY CANDY: “Annie… Annie… Che querida… ¿Qué es ese sonido?... Suena como si se hubiese tapado una cañería… Me da miedo Annie… Andá… Paráte y vamos averiguarlo”
ANNIE: “Ay Candy Candy quédate tranquila y deja los nervios mija… Esos son los ronquidos de la Señorita Pony que volvió a quedarse dormida como todo viejito”
Efectivamente, el mejor somnífero para la Señorita Pony era sentarse en su viejo sillón para ver televisión, no pasaban ni cinco minutos cuando ya estaba con los ojos en blanco, la boca abierta, roncando y con un chorro de babas que le bajaba por la comisura de sus labios.
CANDY CANDY: “Uf… Tremendo susto me dio la viejita… Ni modo Annie… Le contaremos el final de la novela cuando se despierte”
Siguen las dos muchachas metidas en la trama de aquella telenovela enlatada cuando de repente sucedió lo que nos sucede a la gran mayoría de venezolanos justo cuando estamos en medio de algo importante
Si, se fue la luz, un nuevo apagón sin previo aviso.
CANDY CANDY: “La concha de tu… Se fue la luz… Tremenda boludez… ¿Y ahora?... ¿Cómo sabremos que pasó con la novela?”
En medio de un ataque de tos, otra que reaccionaba al despertar era la Señorita Pony.
PONY: “Cof, cof, cof… Por San Potasio ¿Qué pasó?... ¿Quién apagó el televisor?... ¿Dónde está el control remoto?”
ANNIE: “Está sentada encima del control Señorita Pony… Y nadie apagó el televisor… Se acaba de ir la luz”
PONY: “¿Y que estamos esperando?... Rápido mis niñas… Vayan a prender la planta eléctrica y prendan las luces de afuera para que no se vea tan oscuro”
ANNIE: “Señorita Pony… Aquí no hay planta y es la una de la tarde… Afuera hay tremenda pepa e´ sol… Cálmese, usted solo se había quedado dormida”
PONY: “¿Dormida?... No puede ser mijita… Recuerdo perfectamente que estábamos viendo La Estrella de la Fortuna”
Como habrán notado a la Señorita Pony le faltaba muy poco para entrar en estado crítico de demencia senil y empezar a echarle la culpa de sus achaques al imperio.
CANDY CANDY: “Bueno che querida… En vista que quitaron la luz y no va a volver sino dentro de dos horas, mejor me voy para la Facultad, hoy vamos a ver un seminario sobre abscesos purulentos que están muy de moda”
De esta manera Candy Candy, la linda protagonista de esta radio novela, se retiraba de la residencia estudiantil donde habitaba y dirigía sus pasos a la Facultad de Medicina, específicamente a la Escuela de Enfermería donde cursaba el 5to semestre de aquella carrera de las ciencias de la salud.
Al llegar, Candy Candy es inmediatamente interceptada por Patricia O´Brian Zorreta, mejor conocida como la Patty Zorreta o simplemente Patty, compañera de estudios de Candy Candy y muy famosa dentro de la escuela de Enfermería por su inagotable espíritu fiestero y la gran cantidad de novios que había logrado cultivar en tan solo 5 semetres.
PATTY: “Candy Candy… Candy Candy… Chama espera… ¿Qué te pasa?... ¿Cual es el apuro?”
Volteando para ver quien le llamaba, Candy Candy se percata de la presencia de su fiel compañera de clases.
CANDY CANDY: “Patty… Che querida… Disculpá que no te escuchaba… Pero es que en medio de todo este quilombo que hay en la calle no se si me iba a dar tiempo de llegar clases”
Jadeando con media lengua afuera, Patty Zorreta de inmediato le contesta a su amiga.
PATTY: “Uy Candy Candy, deja de ser tan ñoña por favor… Pareces la propia nerd… Además chica, se fue la luz hace unos minutos y suspendieron actividades… Parece que fue un pequeño apagón que afectó a 15 estados del país, así que relax chama… Vamos más bien a revisar esta invitación que me hicieron unos muchachos amigos míos que están en la Escuela de Arte… Parece que es una fiesta en una casa del Valle este fin de semana… eso va a estar uuuuffff… ¿Te anotas o qué?”
Dudando seriamente en aceptar aquella invitación, Candy Candy tenía aun fresco en su memoria el recuerdo de la última fiesta a la que asistió con su amiga y en la que terminaron sin plata, abandonadas en Chichiriviche por un ex noviecito de esta que le robó el carro y toda la ropa a la pobre Patty.
CANDY CANDY: “Pará, pará, pará Patty… No me gustan esas invitaciones… Vos sabés que normalmente terminan en problemas para ambas”
Sin dejarla terminar de hablar, Patty interrumpió la exposición de su mejor amiga.
PATTY: “Ay no chama… No me vengas con un sermón… Además chica… ¿Sabes quien va a estar en esa fiesta?... Ajá… Adivinaste… Anthony… A la fiesta del Valle va a ir Anthony… mejor conocido como el Príncipe de la Colina”