
CAP VI
Mañana era viernes y mañana llegaba el gran día de la fiesta en el Valle con la presentación en vivo de la agrupación Los Indigentes Buena Gente, banda a la que pertenecía Anthony Colina, el galán que le había quitado el sueño desde hace varias noches a nuestra bella Candy Candy. Ya todos en la residencia estudiantil El Hogar de la Señorita Pony han apagado sus luces y se preparan a dormir, todos, excepto en la habitación 6, unos ojos redondos gigantes se mantienen abiertos mirando fijamente el horizonte, es Candy Candy quien no logra conciliar el sueño y piensa, piensa y piensa sobre su situación sentimental
CANDY CANDY: “Diosito lindo… Ayudáme a comprender algunas cosas… Primero, quisiera saber si fue que Esteban se puso apoyar a River… Tremenda pava le cayó al equipo que hasta segunda lo bajaron… Segundo, quisiera saber que diantres voy hacer con mi vida… Por un lado está Anthony, mi bello Anthony que ni siquiera sabe que existo, es mi amor platónico no puedo dejar de pensar en él… Y por otro lado está el Doctor Archi, un hombre hecho y derecho con el que cualquier mujer soñaría estar, lo único que no me cuadra es que ya tenga 30 años y siga soltero, eso es raro… Voy a dejar todo en tus manos Diego Armando… Digo, digo Dios… Voy a esa fiesta de mañana y voy a esperar que sea mañana el día en que Anthony por fin ponga sus inmensos ojos en mí.”
Así se iban disipando los pensamientos de Candy Candy hasta quedarse profunda dormida, por un lado abrazaba su burro de peluche y por otro lado abrazaba a Clint, su noble perro cacri, se dormía la linda protagonista de esta historia y nosotros hacemos silencio para no interrumpir su dulce sueño.
Como en la radio al igual que en la televisión, el tiempo es oro, nos encantaría ver durmiendo a Candy Candy durante las próximas 8 horas, pero no podemos.
Ya amaneció, es un nuevo día y no es cualquier día, es el tan esperado viernes de concierto y rock and roll en el Valle. Candy Candy se ha levantado tempranito para asistir a sus horas de clase en la Facultad y así adelantar todo lo necesario para estar desocupada esta tarde y dedicarse en cuerpo y alma a su arreglo personal. Mientras tanto, en el Valle propiamente dicho, ya los integrantes de la banda IBG se encuentran haciendo pruebas de sonido.
ANTHONY: “Aló, aló, aló… Probando… Sonido… 1, 2, 3… Sonido… Do, re, mi, fa, so, la, si… Mío, mío, mío… Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha”
CHARLES: “Fino Anthony… Suena calidad mi pana… Mira chamo, por cierto… ¿Con qué canción vamos abrir por fin el concierto?”
ANTHONY: “Pues había pensado en arrancar con Prometimos No Llorar de Palito Ortega… Y después nos damos duro con Reloj Detén Tu Camino de Los Pastelitos Verdes”
CHARLES: “Uuuuffff… Buenísimo brother… La gente va a quedar loca… Mira Anthony… Recuerda que esta noche vienen al concierto mi jeva Patty Zorreta con su amiguita la argentina que cuadré para ti… Te lo recuerdo para que no te hagas el loco y no te comprometas con más nadie”
ANTHONY: “Veeerrr… Mi pana Charleston… A mi se me olvidó esa broma… Ya le dije a la chama Carlota para que me acompañara esta noche… Cónchale que pena mi vieja… Es que tu sabes que a mi me gusta burda Carlota y ella es de la movida rockera”
CHARLES: “No, ni modo Anthony… Sobre la marcha veremos como resolvemos… Ahí le presentaremos a esa argentinita otro de los muchachos para que no se quede sola”
Oh no, oh no y mil veces no. Ustedes que le llevan el hilo a esta historia saben muy bien lo que está por pasarle a la pobre Candy Candy, tan ilusionada que está con el concierto de su ídolo Anthony Colina y este ya tiene otros planes con otra tipa ¿Y ahora? ¿Qué va a pasar esta noche? ¿Van a jugar con los sentimientos de esta noble muchacha? Para saberlo debemos seguir escuchando.
Ya son las 7 en punto de la noche, el timbre de la residencia estudiantil El Hogar de la Señorita Pony se hace escuchar.
CANDY CANDY: “Voy… Eso es para mí… Yo abro”
PATTY: “Candy Candy… Chama ¿Ya estás lista?... ¿Qué haces todavía enpijamada?... Vamos, vístete que se nos hace tarde”
CANDY CANDY: “Ya estoy lista Patty… Así voy a ir para la fiesta ¿Por qué? ¿Se me ve mal este vestido?”
PATTY: “Ay… Ji, Ji, Ji… Que pena chama… Era echando broma… Tú sabes… Por supuesto que está espectacular ese vestido marisca… ¿Dónde lo compraste? ¿En la fábrica de uniformes de las FARC?... Ay bueno chama… Vamos… Vamos que se hace tarde para el concierto”
Ya iban por la carretera del Valle el par de señoritas estudiantes de Enfermería rumbo al magnánimo concierto, Candy Candy se veía pensativa, meditabunda, no estaba muy convencida de ir a esa reunión, algo le decía que no era muy buena idea ir a mendigarle atención a ese tal Anthony.
PATTY: “Candy Candy… ¿Que te pasa chama?... Te noto medio distraída… Cambia esa cara marisca… Hoy vas a ver a tu adorado tormento… Estoy segura que Anthony y tú se empatan hoy mismo… Pero chama te digo que el secreto para volver loco a un hombre es ponérseles dura… No le digas que si de una vez… Tú te pones dura… Le dices que no… Por ahí a los 5 minutos, no más de ahí, te le lanzas encima y le dices que quieres ser su esposa y la madre de todos sus hijos… Eso no falla… Ahhhh… Llegamos, aquí es… Hacienda el Hongo del Duende Verde… Aquí es el concierto”
Momento dramático de la película, ambas chicas hacen su ingreso a la hacienda de montaña donde se lleva acabo aquella fiesta, hay un gentío importante, debemos reconocer que la banda de rock de Anthony no sería Coldplay, pero como jalaban público. Al fondo se podía ver la imponente tarima donde se presentarían los artistas, después de saludar a varios asistentes al guateque, Patty Zorreta y Candy Candy son abordadas por Charles Vergara, baterista de la agrupación, novio de Patty y mejor amigo de Anthony.