LAS NUEVAS AVENTURAS DE CANDY CANDY (Presiona aquí para el audio)


CAP XXII


EL CAPITULO DE HOY SE TITULA: “TE VOY HACER LOS CALZONES COMO LOS USA EL RANCHERO… TE LOS EMPIEZO DE LANA TE LOS TERMINO DE CUERO”

Clint, el noble perrito Cacri de Candy Candy, se volvió como loco cuando vio allí parada frente a él, una lindísima ejemplar de su misma raza callejera, con dos lacitos rosados en las orejas y levantando la colita en clara señal de cortejo.

CANDY CANDY: “Sale Clint… Sale… Sssshhhh… Sssshhhh… Quedáte tranquilo… A la Señorita Pony no le gusta que vos te pongás a ladrar de esa manera… Calláte por favor”

Salía en ese momento de la cocina la Señorita Pony, la arrugada viejita venía secando sus manos con un trapo.

PONY: “No te preocupes Candy Candy… Deja a ese pobre perrito ser feliz… Si le gustó la linda perrita que le trajo el Doctor Archi debemos dejarlos que interactúen con naturalidad… Si quieren les presto una habitación”

ARCHI: “Caramba no Señorita Pony… Es usted muy amable, pero no… Yo solo he traído a Laika para pasear con el perrito de Candy Candy… No se preocupe… Además, ella es muy joven todavía”

Efectivamente, por muy loco que parezca, el doctor Archi se las había ingeniado para conseguir una perrita exactamente igual al perro cacri de Candy Candy, cosa que de por si ya era bastante difícil si tomamos en cuenta las por lo menos 7 razas que tenía encima aquel ejemplar, desde pastor alemán, pasando por salchicha y mucuchicero. Sin embargo, el hombre lo había conseguido, ahí tenía a Laika, preparada para salir a pasear junto a Clint y su ama Candy Candy.

Mientras tanto, en la sala de grabación Barranco´s Estéreo, terminan de ensayar los Indigentes Buena Gente, banda a la que pertenecía Anthony Colina

ANTHONY: “Entonces Charles… El solo de guitarra tuyo entra junto a la parte donde yo digo… “Señor Cantinero… Véndame media de aguardiente por favor… Señor picotero… Es tan amable y me repite esa canción

CHARLES: “Perfecto muchachos… Bueno… Estamos listos por hoy… Vamos dándole que ya van a cerrar el estudio… Mira Anthony… ¿Qué vas hacer esta noche mi pana?... ¿Será que te anotas con nosotros y vamos a la casa de Javier Tripa que esta noche va a tocar en piano La Vida No Tiene Sentido La Vida No Vale Nada?”

ANTHONY: “Me encantaría Charles, pero ya estoy comprometido con Candy Candy para acompañarla al baby shower de una de sus compañeras de clases que salió embarazada y no sabe aún de quien… ¿Qué hora es?... Me dijo que ya a las 6 bajaba de la Culata después de pasear a Clint con la perrita del Doctor Archi”

Ya eran casi las 7 de la noche y a las 8 había quedado Anthony en pasar buscando a su novia Candy Candy en la Residencia Estudiantil, mientras el muchacho se arregla para su cita de esta noche, veamos que está pasando en este preciso instante en uno de los tantos bosques que abundan en el extenso páramo de la Culata

Sentados en una espectacular manta de cuadros azules con blanco se encuentran Candy Candy y el doctor Archibald Galeno, mejor conocido como el doctor Archi, una serie de manjares de todo tipo rodean a la pareja y estos a su vez son servidos por varios momoys vestidos de mayordomos, que fueron contratados a punta de real burreado por parte del doctor. La escena es perfectamente romántica, ya Clint y Laika han congeniado a las mil maravillas y el doctor Archi se esfuerza por hacer sentir a Candy Candy como toda una princesa.

CANDY CANDY: “Doctor Achi… Es de verdad usted muy amable en darme todas estas atenciones… Incluso el detalle de los unicornios ha sido bárbaro… Yo pensaba que esos animales no existían”

ARCHI: “No hay nada que la plata no pueda conseguir querida Candy Candy… Si no, que lo diga Pastor Maldonado y su ingreso a la Williams… Pero eso no es nada en comparación a todo lo que podría darte si tan solo me dieras la oportunidad de ser alguien importante en tu vida”

CANDY CANDY: “Es que vos ya sos alguien importante en mi vida… El solo hecho de estar ayudando a mi novio Anthony con su ingreso a la Facultad de Medicina significa algo muy importante”

Uf, que golpe tan bajo recibía el pérfido doctor Archi, tanto esfuerzo para agasajar a aquella carajita y esta le salía, así, sin anestesia ni nada, con el temita del novio, haciendo como si no le afectara, el doctor la miraba con una sonrisa más falsa que pistola de mariachi, pero por dentro se carcomía de tanta rabia, dolor e impotencia.

ARCHI: “Es que yo a ese muchacho lo veo como un hermanito menor… Siento que tengo una responsabilidad con él… Es como si Dios me hubiese encomendado su cuidado… Fíjate, que casualidad, aquí tengo el recibo de los 10 mil dólares que tuve que pagar para sacarle la pata del barro el día que se puso apostar como loco… Pero eso es solo dinero… La plata va y viene… Los amigos no… Por eso no me importó ayudarlo”

CANDY CANDY: “San Palito Ortega… ¿Usted pagó esa cantidad de dinero para ayudar a Anthony?... Que pena con el señor… De verdad doctor Archi que vos sos un alma noble… Lástima que nos encontramos tarde… Si no estuviese con Anthony, me encantaría contar con usted como un buen amigo, más que un amigo, un confidente… Ay… Vos me entedés”

Aquellas palabras de Candy Candy, inocentes o no, habían activado en el Doctor Archi un sentimiento esperanzador que le hizo reaccionar de inmediato.

ARCHI: “Disculpa Candy Candy… Debo hacer una llamada urgentemente”

Sonaba el teléfono de Anthony Colina, quien en ese momento terminaba de tomar un baño.

ANTHONY: “Aló… ¿Si?... Buenas noches”

ARCHI: “Anthony… Mí querido amiguito Anthony… Te estoy llamando para confirmarte que este viernes es en la finca de papá el toque de tu banda y la reunión para discutir lo de tu cupo a la Facultad ¿Ok?”