
CAP XXVI
Ahí estaba, ahí estaba ella, si… ella, Vanessa Chourio, la terrícola que le había quitado el sueño al popular teniente Oxiuro desde que este la había conocido. Pero no estaba sola, estaba acompañada y no estaba acompañada por cualquiera, el individuo que tenía en frente era nada más y nada menos que su jefe, su superior, el comandante Helminto… ¿Pero qué hacía su compañero de viaje interestelar conversando tan animadamente con su adorado tormento?
HELMINTO: “Y entonces el burro dijo “Muévete monito, muévete monito”… Y el monito solo movió los ojos… Jajajajajajajaja”
VANESSA: “Jajajajajajajaja… Jajajajajajajaja… Te pasaste Helminto… Demasiado cómico ese chiste… Es que ustedes los maracuchos tienen demasiado sentido del humor”
Oxiuro no daba crédito a lo que estaba presenciando, el comandante Helminto fuera de la nave espacial y no conforme con ello estaba en pleno corazón de la Facultad de Medios Audiovisuales y sentado junto a Vanessa Chourio, eso sólo podía significar una cosa, a Vanessa la tenían sus coterráneos de primerita en la lista negra y era el propio comandante Helminto quién se encargaría de ejecutar la poco honorable tarea de darle matarile a esa inocente muchacha.
Desesperado ante aquel terrible hallazgo que acababa de realizar, y consiente del poco tiempo con el que contaba, el teniente Oxiuro tomó la difícil y peligrosa decisión de acercarse a aquella mesa.
OXIURO: “Buenos días… Disculpen la molestia… Hola Vanessa… ¿Cómo has estado?”
VANESSA: “Ahhhh… Eres tú… Que más chamo… ¿Todo bien?... Perdón, no te entendí… A la orden… ¿Qué quieres?”
OXIURO: “Vanessa… ¿Crees que sea posible que hablemos una cosita?... En privado”
VANESSA: “¿Qué queeeeee?... Nuuuuu chamo… Tu y yo no tenemos nada que hablar ¿Ok?... ¿Qué pasó, ya la otra te mandó a freír monos?
OXIURO: “Vanessa… Creo que no me entiendes… De verdad es importante que hablemos… Tengo que explicarte algo importante”
HELMINTO: “Amigo… Creo que el que no entiende es usted… La señorita fue bien clara… No quiere hablar nada con su persona… Le agradezco que se retire o prefiere que sea yo el que se lo grafica de otra manera”
OXIURO: “Ehhhh… Está bien señor… Entiendo… Si… Es mejor que me retire… Chao Vanessa… Espero que te vaya bien… Hasta luego”
Impactado, confundido y sobre todo sorprendido ante aquella situación, no le quedó más remedio a Oxiuro que buscar las tablas cuál toro herido
VANESSA: “Wooouuuu… Gracias Helminto… Qué nota… Has pasado a convertirte en mi nuevo súper héroe favorito”
HELMINTO: “Fastidiosito el tipo ¿No?... Esperemos que no vuelva a fastidiar durante un tiempo… ¿Y entonces, en qué estábamos?... Ahhh si… Esta era una vez una hormiguita y un elefante que….”
Mientras esta sesión de chistes se desarrolla en el cafetín de la Facultad de Medios Audiovisuales, en la súper avanzada nave espacial la Zamura 1, la generala Sémola Durum intenta establecer contacto con su subordinado, el teniente Oxiuro.
SEMOLA: “Qué raro… Estoy llame que llame al teniente Oxiuro y este no me contesta… ¿Será que pasó algo?... Ojalá no le hayan vuelto a robar el teléfono en la buseta”
OXIURO: “Aló… Snif, snif, snif… Cof, cof, cof… Si diga… A la orden”
SEMOLA: “¿Teniente Oxiuro?… ¿Ocurre algo?... ¿Por qué tiene la voz como si estuviese llorando?”
OXIURO: “Generala Sémola Durum… No se preocupe, no es nada… Es solo una basurita que me cayó en el ojo… Dígame generala… En que puedo servirla”
SEMOLA: “Naaa pues teniente… Nada importante… Es sólo que quería recordarle que debe tomar las muestras lo más pronto posible… Toda nuestra misión depende de ello… Lo otro es que acaba de llegar aceite y leche a la bodeguita del señor Roso... Por favor pase buscando lo que le puedan vender… Y tenga mucho cuidado al regresar… Mire que se cayó media carretera del Valle”
OXIURO: “Si mi generala… Ya mismo voy a proceder a recoger las muestras de sangre”
Veinte minutos más tarde encontramos al teniente Oxiuro sentado frente a un escritorio en el cafetín de la Facultad, portaba una bata blanca y tomaba muestras de sangre a distintos ex compañeros de clase que le hacían el favor en aquella supuesta tarea. Ya estaba terminando de completar los 5 CCS de sangre que le facilitaba Carlitos Méndez cuando fue sorprendido por una voz que le era muy familiar.
HELMINTO: “Buenas, buenas bachiller Oxiuro… ¿Será que me puede sacar la sangre?... Pero por qué mejor no vamos para aquella esquina donde nadie nos fastidie”
OXIURO: “Comandante Helmin… Cof, cof, cof… Perdón… Señor qué tal… ¿Cómo me le va?... Si claro… Con gusto… Si usted es de los que se pone nervioso cuando ve una aguja, entonces es mejor que vayamos a un sitio donde no sienta presión”
Ambos extraterrestres se alejaron unos cuantos metros para hablar sin que nadie les escuchase.
HELMINTO: “Muy bien teniente Oxiuro… Muy bien… Como decimos en el Planeta Compton…
Hablar claro y raspado”