CAP VI
Y así tenemos bien descrita la vida de este par de hermanos gemelos raza pastor alemán. Uno es el perro más aristócrata de la ciudad, vive en la mejor urbanización, come los mejores platos y hasta cuenta con su propia piscina. El otro es un perro más de la calle, un popular cacri, come lo que se le atraviese por el camino y se baña cuando un carro pasa por un charco y lo moja.
Ambos son exactamente igual, feno y genotípicamente. Solo se diferencia en su estilo de vida, en que uno está siempre aseado y el otro siempre está hediondo, uno es virgen aún y el otro ya es abuelo. Asumimos que ya saben quien es quien cuando les damos estas referencias.
De todos modos, vamos a darnos una vuelta por la casa del primero de ellos, o sea, por la casa del aristocrático, del que aún es virgen, hablamos de Yorsua Molto von Berger Swahsteiger Primero, mejor conocido como Yorsua.
Hoy es domingo y hay razones para estar feliz, ya que cada domingo era el día de la semana que todos los vecinos de la lujosa urbanización sacaban a sus ejemplares caninos a pasear al parque. Yorsua se ha levantado más temprano que de costumbre, está batiendo enérgicamente su cola mientras con su hocico le señala a Ruperto, el empleado de la casa, hacia el lugar donde estaban colgados su cadena y su collar de paseo.
YORSUA: “Vamos Ruperto… Apúrate chico que hoy es mi gran día… Ya debe estar en el parque Cinderela… Y no la quiero dejar de ver vale… Vamos… Vamos…”
Ahhh… Cinderela, Cinderela… La linda Cinderela… Era la perrita Golden Retriver pura raza, que vivía en la misma cuadra de Yorsua, rubia dorada y de grandes ojos expresivos. Hoy también la llevarían al parque y desde hace días se había convertido en la protagonista de los pensamientos de nuestro inocente Yorsua.
Ya por fin llegan al parque Ruperto y el perro de la familia Eslava, nos referimos a Yorsua. Como es costumbre todos los demás ejemplares caninos de aquella encumbrada urbanización se saludan, se olfatean y juegan unos con otros. Sin embargo, Yorsua no está correteando como es costumbre, hoy está buscando entre los demás perritos al amor de su vida, a ella… Si… A Cinderela.
YORSUA: “Cónchale no la veo… ¿Será que llegué muy tarde?... Oh Nooooo…”
La preocupación de Yorsua terminó cuando sintió un jadeo que le resultaba muy conocido, un jadeo al que le siguió una voz que le era mucho más familiar, si, era Cinderela.
CINDERELA: “Hola Yorsua… ¿Cómo estás?... Creí que no ibas a venir… Pensé que te habían cundido de pulgas otra vez… Guau, guau, guau… Mira nada más tremendo collar de swarovski que te han comprado”
YORSUA: “Jejejeje… Si, me lo compró mi amo en su último viaje a Europa… Es del mismo modelo de mí ídolo Tinkerbell en su última presentación junto a Paris en la alfombra roja de los Gramy… Pero no hablemos tanto de mi Cinderela… Cuéntame como has estado… La última vez que te vi fue en el Halloween Perro Gato que estabas disfrazada de Baticueva”
CINDERELA: “Ahhh si… Casi gano, pero al público le pareció más tierno el disfraz de perro caliente del tal Papo… Ni modo… Fíjate que he estado bien después de todo… Salgo hacer ejercicios casi todos los días… Veo una que otra película junto a mis amos y…”
De repente, sin razón aparente, Cinderela se quedó muda, al igual que ella, una buena parte de los perritos que estaban allí presentes se dieron cuenta de la llegada de un grupo de perros que no formaban parte de su círculo social.
Eran aproximadamente unos 12 perros de razas extrañas, razas nunca antes vistas por estos lares, eran como mezclas de razas, pero lo que más llamaba la atención de estos intrusos era esa actitud pendenciera que cada uno llevaba. Algunos eran tuertos, otros eran medio cojos, a varios les faltaba un pedazo de oreja y todos seguían al líder, este líder era por cierto el único que parecía tener raza pura, como de pastor alemán.
Después de observar detalladamente su entorno, el líder de los perros cacri tomó la palabra:
PELUSA: “Buenas tardes señoras y señores, pulgosos amigos míos… Mi nombre es Pelusa y necesitamos hacerles unas preguntas a ustedes que son perros burgueses del capitalismo”
Oh no… Como lo habrán notado, ese que acaba de llegar es Pelusa, el hermano gemelo de Yorsua, pero que pequeño es el mundo. Ninguno de los dos sabe la existencia del otro y hoy, después de 5 años podrían volver a reencontrarse.
¿Pero que ira a pasar?... ¿Será un encuentro fraternal más, como los de las culebras venezolanas?...