
CAP XX
EL CAPITULO DE HOY SE TITULA: “DAME LA MEDIA AREPA… DAME LA AREPA ENTERA”
ARCHI: “Qué más Anthony… ¿Cómo has estado?... Cuéntame… ¿Qué te trae por estos lados?”
ANTHONY: “Ehhhh… Bueno mi doctor… Pues no se si se acuerda de anoche… En el Popof Club… Juego de croquet… Apuesta de diez mil Dólares….”
ARCHI: “Ahhhh si, eso… ¿Y qué pasó, ganaste?... ¿Trajiste la plata?... ¿Me das mi parte?”
ANTHONY: “Ja, ja, ja… No doctor… Todo lo contrario… Perdí y perdí bien feo… Más bien casi me linchan sus amigos cuando no tenía para pagarles el dinero que usted apostó… Pero no importa, igual resolví”
ARCHI: “Ahhhh… Si… Ya… Bueno… No siempre se puede ganar ¿Verdad?... Y dime… ¿En qué más te puedo servir?... En unos minutos tengo una cirugía y debo apurarme”
ANTHONY: “Ahhhh bueno doctor… En realidad quería molestarlo para ver si era posible pedirle un gran favor….”
ARCHI: “Ya va, un momentico que me está llamando mi secretaria… Dígame Marcolina… ¿Qué quieres?”
SECRETARIA: “Doctor Archi… Disculpe la molestia… Acaba de llegar el paquete que estaba esperando… ¿Le digo que pasen o usted lo busca aquí afuera?”
ARCHI: “No, no, no… Tranquila Marcolina… Yo voy para allá… Que me esperen un momento… Anthony… Ya vengo… Ahorita me sigues contando sobre el favor que quieres que te haga”
Archibald Galeno, mejor conocido como el doctor Archi, salía por un momento de su consultorio dejando allí sentado nuestro Anthony. El muchacho no dejaba de observar con detenimiento todos aquellos lujos que adornaban el impresionante recinto, una de las cosas que más le llamó la atención fue la enorme nevera transparente, tipo cuarto frío, que estaba al fondo. Esta estaba repleta de decenas de pequeñas cavas Colleman de distintos colores, invadido por la curiosidad se levantó y fue hasta el enorme aparato para ver si conseguía algún tipo de bebida que le sofocara la sed
ANTHONY: “Perro… Madre neverota tiene el doctor aquí… ¿Será que consigo un refresquito para la sed?... No creo que se moleste si agarro uno… Igual él dijo que estaba en mi casa… Bueno… Voy abrir esta cavita roja para ver si hay una…. Buuuaaaayyyyyyy…. Uy su mad…. ¿Qué es esta broma?”
Al abrir aquella cava Colleman, Anthony hizo un hallazgo que le puso los pelos de punta, sumergido en un montón de hielo, había un corazón humano, si, tal como lo oyen, un tremendo corazón con todas sus aurículas y ventrículos. Impactado con lo que había visto Anthony no pudo evitar seguir revisando y al abrir otras cavas descubrió una variedad impresionante de órganos de todo tipo, hígados, riñones, manos, narices y hasta un estómago que podría ayudar a rebajar a Toñito si se lo trasplantara
Oh oh… Se escuchan unos pasos que indican que alguien viene en camino, asustado, pero muy lúcido en sus movimientos, Anthony cierra aquella enorme nevera y se sienta rápidamente para no ser descubierto. Efectivamente, era el doctor Archi quien hacía su entrada una vez más en el consultorio y oh no… Horror de horrores, traía en sus manos una cavita Colleman de color amarillo.
ARCHI: “Ya, listo… Era mi proveedor de Herbalife que me traía unas nuevas merengadas que me debo tomar bien frías… Ya las voy a guardar en la nevera… ¿Me decías Anthony?... ¿Cuál es el favor que quieres que te haga?
Vamos a dejar por un momento al pobre Anthony metido en esa boca del lobo y vayamos en vuelo rasante de inmediato a la residencia estudiantil El Hogar de la Señorita Pony, ya es medio día y a esta hora nos la encontramos a Candy Candy en el lavadero echándole un baño anti pulgas a su fiel compañero de vida Clint.
CANDY CANDY: “Quedáte quieto Clint… Ni que el agua fría de Mérida fuera tan fría… Dejá de temblar… Sos un exagerado”
En ese momento se acercaba la dulce y encorvada Señorita Pony.
PONY: “Candy Candy mijita… Por fin estás bañando a ese saco de garrapatas… Échale bastante jabón azul en las orejas… Eso parece una siembra de papas”
CANDY CANDY: “En eso estoy Señorita Pony… Ya por lo menos el agua que le escurre no sale tan negra… Debo dejarlo bien aseado… Este fin de semana le sale paseo”
PONY: “¿Paseo?... ¿Y eso?... ¿Para donde vas a llevarlo?... ¿Por fin te decidiste a inyectarlo?”
CANDY CANDY: “Oh no Señorita Pony… ¿Cómo se le ocurre pensar eso?... Es solo que el doctor Archi nos invitó a pasear a la Culata… El noble doctor le consiguió una novia a Clint, de su misma raza y mismo color”
PONY: “¿De su misma raza?... ¿Pero ese perro tuyo no es cacri?... ¿Cómo le va a conseguir una hembra igual si ese perro tiene por lo menos 9 colores?”
CANDY CANDY: “Pues sinceramente no se como hizo… Pero me mostró una foto y la perrita es idéntica a Clint”
Volvamos rápidamente al lujoso consultorio del Doctor Archi, es ahí donde se encuentra nuestro Anthony.
ANTHONY: “Nada doctor Archi… Pues quería saber si era posible que usted me echara una manito con lo de mi cupo para la Facultad de Medicina… Ya supe que usted es hijo del Doctor Hipoclorito Galeno, el decano de la Facultad… Ya he presentado 3 veces la prueba de admisión y me han raspado… No es que sea bruto… Lo que pasa es que me cuesta un poquito… Y bueno… No se que tanto me pueda ayudar pues”
Acariciando su barbilla, el doctor Archi se quedó pensativo un rato y procedió a responder al pobre muchacho.
ARCHI: “Claro que te puedo ayudar Anthony… Claro que te voy ayudar chamo… Buaaaajajajajajajaja… Buaaaajajajajajajaja”
Y despeinado, con más cara de loco que la de Ghadafi, el doctor Archi ofrecía su ayuda al inocente Anthony.