CAP XXXVII
EL CAPITULO DE HOY SE TITULA: “EH… TU… MUCHACHA… TRISTE… VEN… DAME… UN BESO… ESO… AHHH”
En una ambulancia, a toda velocidad, trasladan al mal herido Anthony Colina… Como recordarán, el pobre muchacho rodó hace pocos minutos por unas pronunciadas escaleras del Popof Club cuando fue interceptado por un grupo de supuestos horripilantes ex presidentes de Venezuela. Su estado es de pronóstico reservado, sin embargo se aferra a la vida con todo lo que puede mientras le trasladan a la sala de emergencias de la reconocida Clínica el Prurito, donde irónicamente le espera para disque atenderle, el maléfico doctor Archibald Galeno, mejor conocido como el doctor Archi.
Mientras tanto, en la residencia estudiantil el Hogar de la Señorita Pony, suena de repente el teléfono, es precisamente la viejita Pony quien se levanta a contestar aquella llamada.
PONY: “¿Aló?... ¿Si, a la orden?”
TELEFONO: “Wini, wini, wini, wini, wini”
PONY: “Si con ella habla… Es la señorita Pony… ¿Qué desea?”
TELEFONO: “Wini, wini, wini, wini, wini”
PONY: “Paty… Si mija… Dígame… ¿Qué pasó?... ¿Cuál es el desespero?”
TELEFONO: “Wini, wini, wini, wini, wini”
PONY: “Juuuhhhmmm… Ya veo… Por unas escaleras… Juuuhhhmmm… ¿Y quedó vivo?... Que suerte… Bueno… Yo le diré a Candy Candy… Que manera de llamar la atención la de algunas personitas”
TELEFONO: “Wini, wini, wini, wini, wini”
PONY: “Seee… Seee… Yo le digo a Candy Candy tranquila… Le agradezco que la próxima vez llame para algo realmente importante"
Arrastrando sus pasos y a regañadientes se dirige la señorita Pony a la habitación de Candy Candy para darle las malas nuevas.
PONY: “Candy Candy… Mijita… Abre que te tengo una noticia… Apúrate que supuestamente es algo importante”
CANDY CANDY: “Señorita Pony… Dígame… ¿Cuál es esa noticia?... ¿Qué sucedió?... ¿Ya cantó Mackled?”
PONY: “Tampoco es nada del otro mundo… Mira… El tipo ese que era novio tuyo… El tal Anthony se fue de bollo en el Popof Club y se pegó en la cabeza… Parece que se fracturó el cráneo y se encuentra en estado de coma… A esta hora lo llevan a la clínica para ver si pueden hacer algo por él… Pero parece que es muy difícil que se salve y lo más seguro es que termine cruzando el páramo… Bueno… Eso era todo, hasta mañana, recuerda apagar las luces”
Paralizada con lo que acababa de escuchar, Candy Candy solo pudo ponerse las manos en la cabeza y gritaba:
CANDY CANDY: “Santa Pimpinela”
Caía desmayada la pobre Candy Candy sorprendida con la noticia que le daba la señorita Pony.
Volvamos de inmediato a la sala de emergencias de la reconocida Clínica el Prurito, donde a esta hora es ingresado al quirófano 4 el muchacho de la película Anthony Colina. Justo cuando están a punto de depilarlo para entrar a cirugía, la asistente de administración pegó el grito al cielo.
SECRETARIA: “Camilleros un momento… Detengan a ese paciente por favor… Es imposible ingresarlo a quirófano”
CAMILLERO: “¿Pero por qué señorita?... ¿Es alérgico a la anestesia?”
SECRETARIA: “No”
CAMILLERO: “No consiguieron sangre de su tipo”
SECRETARIA: “Nop… No es eso”
CAMILLERO: “¿Y entonces señorita administradora?... ¿Qué pasó?... ¿Por qué no podemos ingresar a este paciente que se está muriendo?”
SECRETARIA: “Su clave del seguro no pasó y revisando su cuenta vimos que está más limpio que talón de lavandera… Este tipo está tan desubicado en la vida que estaba asegurado por Seguros del Banco Maracaibo”
Ya estaban a punto de sacar a Anthony rumbo a una clínica veterinaria cuando interviene el mismísimo dueño de la clínica el Prurito, el papá de los helados, el duro… Nos referimos al doctor Archi.
ARCHI: “Un momentico… A ese paciente nadie me lo mueve de mi clínica… Háganme el favor y lo pasan a quirófano… Los gastos que impliquen su intervención corren por mi cuenta personal… ¿Ok?”
Por fin pasaban a Anthony al quirófano, ahí vemos al pobre muchacho, enchufado a un montón de cables como robocop, un importante grupo de médicos asistentes y de enfermeras se preparan para realizar la delicada operación que está a punto de arrancar.
Justo cuando terminan de aplicar la anestesia, el doctor en jefe de la Clínica el Prurito, nos referimos al doctor Archi, toma la palabra para manifestar una decisión que dejaría a todos estupefactos.
ARCHI: “Colegas médicos… Amables enfermeras… Les voy a rogar que desalojen el quirófano por favor… Si… Tal como lo escucharon… Se me retiran todos de esta sala de operaciones… De aquí en adelante yo me quedo solo con el paciente… Este muchacho es casi familia mía y siento que es mí responsabilidad su evolución clínica… Así que por favor… Largo de aquí"
Donde manda capitán no manda marinero, así reza el viejo dicho, aunque no estaban de acuerdo con la descabelladla decisión del maquiavélico doctor Archi, los demás médicos y enfermeras se retiraron de aquella sala, todos salieron por la puerta sin chistar.
ARCHI: “Anthony, Anthony, Anthony… Muy bien papanatas… Por fin solos tu y yo… Ahora si podrás saber por qué en la facultad me decían Archi “el carnicero loco”… Siempre me había preguntado… ¿Qué pasaría si corto esto que está aquí en el cerebro y a lo que llaman el Polígono de Willis ah?