CAP XXXVIII
EL CAPITULO DE HOY SE TITULA: “MI LIMON MI LIMONERO… ENTERO ME GUSTA MAS… UN INGLES DIJO YEAH YEAH… Y UN FRANCES DIJO LA LA”
Durante 4 horas estuvo en el quirófano el malvado doctor Archi a solas con Anthony, supuestamente operándolo después del terrible accidente que el jovencito había tenido en las instalaciones del Popof Club. Debido a que el maquiavélico médico se encargó de sacar a todo el personal antes de iniciar la cirugía, nadie sabía a ciencia cierta cual era el resultado de la delicadísima intervención y es por ello que todos esperan con ansias en el lobby de la lujosa clínica a que salga el galeno con un veredicto final.
Entre el grupo de familiares y amigos de Anthony ya se encuentran en la clínica su señora madre, su ex novia Candy Candy, la viejita señorita Pony y su mejor amigo Charles Vergara, quien toma la palabra en este momento.
CHARLES: “Cónchale… Como diría el chamito de la cuña de helados EFE… Yo sabía que esto no podía terminar bien… Lo sabía… Lo sabía… Pero todo esto es por culpa tuya chama… Con ese par de colas en el pelo y con tus ojotes de iguana volviste loco a mi amigo y ahora mira como terminó… Quien sabe si se vaya a salvar… No juegue”
CANDY CANDY: “Ehhhh che… Ya va… Pará, pará… Yo no hice nada… Al contrario… Anthony fue el que se encargó de hacer de mi vida un auténtico quilombo… Con sus apuestas locas y con las tipas esas que se lo pasaba restregándome en la cara… Pero no pienso discutir con vos… Lo más importante ahora es que el pobre Anthony se salve… Es más… Calláte que ahí viene el doctor Archi… Snif, snif, snif…. Vamos a ver que nos dice del resultado de la operación”
Efectivamente, justo en ese momento emergía el doctor Archibald Galeno, mejor conocido como el doctor Archi, del quirófano, venía con su mono quirúrgico totalmente ensangrentado, se detuvo frente al grupo de desesperados amigos de Anthony y procedió a darles una explicación.
ARCHI: “Hola… Saludos a todos… Necesito primero que nada que se calmen… Lo que les voy a decir no es fácil, así que presten atención y no quiero show aquí en mi clínica… Les tengo una noticia buena y una mala… ¿Cuál quieren que les diga primero?”
CANDY CANDY: “Empezá por la mala Archi”
CHARLES: “Doctor, creo que es mejor que nos de primero la buena”
PONY: “Ayyyyy doctorcito… En estos casos es mejor empezar por la mala… Denos la mala noticia”
MAMA: “Yo soy la mamá del paciente… Doctor denos la buena”
TODOS: “No la buena… La mala mejor… La buena por favor… La mala, la mala… La buena quiero yo”
ARCHI: “Bueno yaaaaa… Voy a empezar por la buena… Anthony se salvó… Logré con mucho esfuerzo salvarle la vida… La mala es que lamentablemente no pude hacer nada para evitar que quedara en estado vegetativo… Si… Tal como lo oyen… Tiene más vida un centro de mesa de frutas plásticas que ese pobre muchacho… El tiene signos vitales… Tal vez sienta, escuche y medio reaccione, pero ya no tiene posibilidades de recuperarse”
MAMA: “Doctor… ¿Qué quiere decir?... ¿Mi hijo no volverá a ser el mismo de antes?... ¿Qué se puede hacer en estos casos?”
ARCHI: “Lo lamento mucho señora… En estos casos lo recomendable es que aprovechen las próximas horas, tal vez dos o tres días para que se despidan y luego, como suele suceder, procedamos a sustraer sus órganos para la donación”
Qué momento tan difícil, que triste se volvió esta historia, luego de dar su veredicto, el doctor Archi se retiró y dejó a todos inmersos en un mar de lágrimas. Inmediatamente apareció una enfermera que les daba unas últimas instrucciones al grupo de familiares y amigos del moribundo Anthony Colina.
ENFERMERA: “Por favor… Los voy a invitar a que pasen uno por uno a la habitación del paciente para que puedan conversar con él… Traten de no alterarlo, él los puede escuchar, más no puede responder”
La primera en pasar, como es lógico, fue la señora madre de Anthony.
MAMA: “Hijo… Snif, snif, snif… Qué dolor tan grande… Debí estar más pendiente de ti… Pero no… Estaba tan entregada a las apuestas y a las maquinitas que no te presté la suficiente atención… Perdóname, perdóname hijo… Voy aprovechar estos días que te quedan de vida para compartir contigo, snif, snif, snif”
ANTHONY: “Mamá… Mamá… ¿Qué pasó mi vieja?... ¿Cómo es eso que me quedan días de vida?... ¿Pero que pasa?... ¿Por qué no me escuchas?... ¿Por qué no me puedo mover ni hablar?”
Ahora entraba a la habitación Charles Vergara, el mejor amigo de Anthony.
CHARLES: “Anthony mi pana… Mira como te dejaron… Cónchale, qué chimbo brother… Bueno, ahora que me voy a despedir, solo puedo confesarte que fui yo el que te vació medio cartón de huevos en los pantalones el día que te echaste aquella juma y te hicimos pensar mal… Discúlpame mi pana… Ay yo no puedo más… Snif, snif, snif”
Ahora ingresaba a la habitación la señorita Pony.
PONY: “Yo no se para que me hicieron entrar a mí… Bueno mijito… Qué le vaya bien… Pronto nos veremos por allá arriba”
ANTHONY: “Señorita Pony… Tan dulce como siempre la viejita esta… Pero qué pasa… Yo estoy bien… Lo que no puedo es moverme… ¿Por qué?... ¿Qué me han hecho vale?”
Ahora era el turno de Candy Candy, la linda flaca ingresaba a la habitación bañada en lágrimas y mocos.
¿Qué le irá a decir?... ¿Qué va a suceder en esta dramática radionovela?...
Tendrán que esperar el próximo capítulo en LAS NUEVAS AVENTURAS DE CANDY CANDY
