
CAP XXXIX
EL CAPITULO DE HOY SE TITULA: “LA BASE DE DATOS DEL ANTIVIRUS HA SIDO ACTUALIZADA CORRECTAMENTE”
Después del triste veredicto sobre el estado de salud de Anthony, sus familiares y amigos más allegados pasan uno por uno por la habitación del paciente para despedirse. Recuerden que Anthony los puede escuchar, pero debido a su delicada situación no se puede mover ni puede responderles.
Justo en este instante se abre la puerta de la habitación y hace su entrada, en medio de un mar de lágrimas y mocos, la bella Candy Candy, hasta hace pocos días su novia formal.
CANDY CANDY: “Anthony… Anthony… Che… Como has quedado pibe”
ATHONY: “Candy Candy… Mi flaca bella… Aquí estoy… Flaaaaaacaaaaaaa… Escúchame… Ven acá mamita y dame un beso… Pero que fastidio esta broma vale… No me puedo mover… No puedo abrazar a mi flaquita linda que lo que está es bien divina… Candy Candyyyyyy… Aquí estoy… ¿Puedes escuchar mis pensamientos?... ¿Será que si pienso más duro me escucha?... CANDY CAAAAANDYYYYYYYY”
CANDY CANDY: “No se si de verdad me estés escuchando Anthony… Pero ahora que te tengo enfrente te voy a confesar que me gustabas una barbaridad… No puedo olvidar el día que… Sentada en el parque te encontré… Los niños jugando… Las palomas volando… Lástima que todo haya terminado como terminó… Esa vida que llevabas tan desordenada no podía dejarte nada bueno… El doctor Archi me lo dijo todo… Sobre tus debilidades por las apuestas… Las mujeres de la vida fácil… Tus vicios raros con los olores de la ropa interior sucia de niñas japonesas y lo peor… Qué eres un gran fanático de la Hojilla”
ATHONY: “¿Qué?... ¿Yo fanático de la Hojilla?... Podré ser loco, pero no estúpido… No entiendo Candy Candy por qué te dijeron esa sarta de mentiras vale… Necesito que me escuches… Necesito salir de esta situación para hablar mi flaca… Ayúdame… Ayúdameeeeeeeeee”
Pobre Anthony, por más que intentaba moverse y gritar no lograba ni siquiera mover un solo músculo, estaba tan lúcido mentalmente, pero tan inútil motoramente. Justo en ese instante hace su entrada a la habitación el Gadafi doctor Archi.
ARCHI: “Candy Candy mi cielo bello… Te estaba buscando por todas partes… No sabía que estabas aquí… Despidiéndote del pobre Anthony “Las Veguitas”… No te vayas a ir sin mí… Recuerda que hoy vamos a cenar en el páramo… Ya reservé en el hotel de montaña del que tanto te he hablado… Incluso ya mandé a instalar la leña en la chimenea para calentarnos juntitos mientras nos abrazamos desnudos frente a las brasas”
CANDY CANDY: “Está bien osito… Lo que pasa es que no sabía se sería buena idea ir a meternos en el páramo con Anthony pasando por esta situación tan difícil”
ARCHI: “Te entiendo perfectamente mi osita bella… Y déjame decirte que estoy de acuerdo contigo… Pero si supieras que cuando estaba jugando el partido de croquet con Anthony en el Popof Club, me decía que lo más importante para él era tu felicidad… Por eso es que bendecía nuestro noviazgo… Estoy seguro que esté donde esté… Para Anthony su mayor satisfacción será la de verte feliz… Y ahora te pregunto ¿Te haría feliz irte conmigo esta noche para el páramo y pasar una velada inolvidable al calor de nuestra lujuria y pasión?”
CANDY CANDY: “Si”
ARCHI: “Viste… Entonces vamos… Si tu eres feliz… Anthony será feliz… Así esté convertido en esta especie de año viejo… Ahora mi cielo… Te voy a pedir que me dejes a solas con el paciente… Necesito pasarle algunos medicamentos por la vena y así aprovechas de irte a tu casa para arreglarte y te paso buscando en una hora”
Como habrán notado, todo esto que acababan de hablar el pérfido doctor Archi con Candy Candy, lo hicieron en la habitación de Anthony, delante del pobre muchacho que lo podía escuchar todo más no podía reaccionar, ahora nos preguntamos ¿Qué estará pensando?... ¿Cómo se lo habrá tomado?... Vamos a usar nuestro estetoscopio especial para escuchar pensamientos de pacientes comatosos de novelas y sepamos de una buena vez por todas qué pasa por la mente del muchacho.
ATHONY: “Buuuuaaaa… Buuuuaaaa… Buuuuaaaa… Buuuuaaaa… Buuuuaaaa… Snif, snif, snif”
Bueno, por lo visto no es una reacción muy animada que digamos… Shhhh, shhhh, shhhh… Silencio, ahí viene el sátrapa doctor Archi.
ARCHI: “Muuuuyyyy bien Anthony… Muuuuyyyy bien… Se perfectamente que me estás escuchando, así que vamos hablar… Bueno… Voy hablar yo… Porque tiene más poder de reacción un gato de porcelana que tu en estos momentos… Cómo habrás podido notar lo de Candy Candy y yo va viento en popa… Qué te puedo decir… Nos amamos… Nos amamos con frenesí… No tienes idea de todo lo que le hice en Margarita… Uuuuufffff… Esa muchacha tiene un potencial increíble… Si… Si… Si… Tenías toda la razón cuando descubriste las operaciones de tráfico de órganos que tengo aquí en mi clínica… Y si… La clínica es solo una fachada… En realidad sustraemos órganos de pacientes jóvenes para trasplantarlos a pacientes mayores, pero con billete burreado… Candy Candy era mi próxima víctima… La flaca reúne todas las características de una donante de órganos ideal… Joven, sana y en perfecto estado de salud… La llevé a Margarita para luego proceder a los procedimientos de costumbre… Ohhh, pero que débil podemos ser los hombres a veces cuando nos fijamos en una mujer… Y más en una como la bella Candy Candy… Me enamoré… Si, tal como lo oyes, me enamoré de la flaca argentina… Es por eso que decidí no tocarle ni un pelo… Fue ahí cuando apareciste tú, con tu complejo de sapo para venir a delatar todo mi “pequeño negocio”… El plan era solo echarte una espantada de burro para que te alejaras y no metieras tus narices donde no debes… Pero te diste ese golpe, quedaste inconsciente, te revisé y fue ahí donde tuve una grandiosa idea… En realidad no tienes absolutamente nada… Solo te diste un pequeño golpe que te desmayó por unos minutos… Pero me dije… Archi, a falta de Candy Candy lo órganos de Anthony son buenos… Es por eso que cuando disque te operé, lo que en realidad hice fue meterte un catéter en la médula en el que te suministro anestesia directa cada 8 horas para dejarte inmovilizado… Es como si estuvieses inconsciente, pero en realidad no te puedes mover por la anestesia… En tres días deberás morir supuestamente y es ahí donde te sacaré todos esos órganos virginales… Por supuesto que ahí si morirás de verdad, verdad… ¿Ok’?”